La Videncia

Cómo liberarse de un hechizo usando la magia blanca

La magia blanca – sanadora de todos los males

Si has estado sintiéndote de modo tal que crees que han lanzado un hechizo sobre ti, la magia blanca puede ayudarte a que te deshagas de él y sus efectos no vuelvan a afectarte.

Es probable que a esta altura te estés preguntando qué es exactamente la magia blanca y por qué debes usarla en vez de inclinarte por la negra, ya que el hechizo que te han hecho a ti es muy probable que pertenezca a este color asociado con la muerte. No te preocupes, aclararemos todas tus dudas.

La magia es una sola y significa modificar las fuerzas de la naturaleza a favor de un fin específico. Sin embargo, cuando esa magia se lleva a cabo con intenciones malvadas, con el odio como motor y con la intención de destruir o separar, entonces se considera magia negra.

La magia blanca, en cambio, es el conjunto de conocimientos que utiliza a la naturaleza como herramienta, pero cuya finalidad es la de proteger, mejorar y construir.

¿Por qué no debes usar magia negra para destruir tu hechizo? Porque sería entrar en un círculo vicioso destructivo del cual el principal perjudicado serías tú.

Lo importante ahora es lograr que ese hechizo que te han hecho ya no te moleste más, no castigar a quien te lo hizo. Además, la indiferencia es la peor arma que puedes usar contra tu enemigo. Ya verás cómo el universo se encarga de darle lo que merece.

Así como en la vida no se hace justicia por manos propias porque podríamos terminar encerrados, en las cuestiones espirituales hay que dejar que sea el mismo universo el que se encargue de poner todo en su lugar.

¿Estás listo para comenzar tu hechizo protector? Aquí vamos.

¿Cómo deshacerte de un hechizo?

Materiales: sal gruesa, un espejo, una escoba, tinta de salvia, un incienso.

  • Pedir protección: toma el espejo con tus manos y mantenlo alejado de tu cuerpo y di la siguiente oración: “circulo que me protege, en esta ocasión quiero pedirte que ningún poder del mal llegue a mí y que nadie en el mundo tenga el poder de infligirme daño alguno. Corta todo lazo y comunicación, física, espiritual y mental, entre quien quiera perjudicarme yo yo.»

 

  • Enciende el incienso: unta la varilla de incienso con la tintura de salvia, si no cuentas con ella, sustitúyela por un incienso de salvia. Enciende la varita y camina por toda tu casa permitiendo que el humo impregne todas las habitaciones. Visualiza una luz blanca protectora en cada espacio al que vas. Piensa y pide que tu casa sea purificada por las fuerzas del bien.

 

  • Esparce la sal: deja que el incienso termine de consumirse en un porta inciensos y dedícate a hacer el trabajo con la sal. Toma puñados de sal gruesa y espárcelos por toda tu casa. No olvides ninguna habitación.

 

  • Barre: ahora tomas la escoba y comienzas a barrer toda la sal fuera de tu casa. Hazlo desde la habitación más alejada de la puerta hacia la misma puerta. Si vives en casa, simplemente tira la sal a la calle. Si vives en un apartamento, recoge la sal con una pala y deshazte de ella en la misma bolsa que colocarás las cenizas del incienso cuando se haya consumido. Tira todo esto lejos de tu casa. Ahora estarás libre del hechizo que te han han lanzado.

 

  • Amuleto: finalmente, te aconsejamos llevar contigo un amuleto hecho con lavanda y salvia fresca. Mete unas hojitas en una bolsita de tela y llévala siempre contigo.