La Videncia

Cómo desarrollar tu videncia

Si bien la videncia es una capacidad que surge en ciertas personas de manera natural, también existen otros casos en la que se puede desarrollar. Para ello se pueden hacer usos de diferentes estrategias con las cuales se trabaja inicialmente la precognición para luego pasar el siguiente nivel.

Trabaja en el desarrollo de la videncia

Antes de hacer uso de estos dos ejercicios que encontrarás a continuación se recomienda decir una oración, con la cual te estarás pidiendo protección.  De igual forma, debes tener en cuenta que es necesario dejar de lado los miedos y, para lograrlo, la oración es muy útil, ya que nos da tranquilidad.

Considerando este primer consejos y antes de comenzar con los ejercicios es necesario que decidas cual medio vas a usar para la videncia. Uno de los más populares es la lectura de las cartas o cartomancia, pero también puede interesarse la Astrología, entre otras.

Además de los consejos anteriores, se recomienda estudiar en profundidad sobre la videncia y también sobre la mancia elegida. Leer, tomar notas y aprender es parte de este magnífico viaje a nuestro interior que es el desarrollo de la videncia.

Ejercicios que te ayudan a potenciar la videncia

  • Ejercicio uno: empieza por sentarse en la postura de loto. El sitio elegido debe estar oscuro. Ahora realizar tu oración y enciende una vela blanca si eso te genera tranquilidad. Lo siguiente a realizar es controlar tu respiración, para lo cual inhalarás de forma profunda, expandirás tus costillas y sacarás el aire apretando las costillas y haciendo que el pecho sea la última parte de tu cuerpo que se vea desprovista de aire.  Debes empezar a entreabrir  tus ojos para que de esta forma la llama de tu vela se  duplique. Con este ejercicio inicial puedes comenzar a centrarte y a abrir tu mente. Por ello debes evitar cualquier interrupción.

 

  • Ejercicio dos: elige el momento del crepúsculo del atardecer y siéntate al aire libre sobre un tronco o una piedra. Es preferible que lo hagas en tu balcón o jardín. Comienza a visualizar un tubo de energía que se desprende tu tu entrecejo y se proyecta hacia el plano astral, es decir ese plano que no pertenece al mundo material. Haces este ejercicio durante siete días corridos. Descansas cinco días, en los cuales intentarás predecir lo que vendrá en tu vida cotidiana en cada oportunidad que tengas. La próxima vez que realices el ejercicio, intentarás que el tubo te devuelva imágenes de lo que va a suceder con determinada situación que te está preocupando. Cuando sientas que has progresado, visualizarás el tubo, pero en vez de proyectarlo al astral, lo harás hacia un vaso de agua. Cuando comienzas a ver las imágenes en el vaso de agua, es hora de pasar al uso de la famosa bola de cristal.

La paciencia – el don fundamental

Más allá de toda técnica que puedas emplear, el don que más útil te será en estos casos es el de la paciencia. Nada de esto arroja resultados de la noche a la mañana. No se descarta que sean meses, tal vez años los que necesites para manejar tu videncia, pero una vez que lo logres, te darás cuenta que todo valió la pena.